Preparándonos para Crear la Melodía.
Como componer una Melodía
En este curso, exploraremos detalladamente el proceso de crear una melodía memorable. Sin embargo, antes de adentrarnos, es crucial comprender claramente la diferencia entre una melodía y un motivo musical. En una composición musical, la melodía y el motivo son dos elementos distintos. El motivo es la unidad más pequeña en música, generalmente compuesta por 5 o 6 notas, que puede repetirse o variar en notas y ritmo, con el fin de crear una composición musical completa. La combinación de diferentes motivos musicales con el ritmo puede fortalecerse para formar una melodía completa.
Aunque en ocasiones la inspiración puede llevarnos a concebir una melodía completa de principio a fin de manera autónoma, lo más común es aprender a trabajar con motivos musicales para transformarlos en melodías impactantes y significativas. En este curso, aprenderemos cómo construir una melodía completa partiendo de estas pequeñas ideas musicales.
La creación de motivos musicales, requiere más que simplemente escribir algunas notas al azar. Es necesario aplicar algunos conocimientos que nos ayuden a despertar las emociones deseadas a través de la música que queremos componer.
Existen diversas formas para comenzar a crear tu motivo musical. Puedes utilizar tu instrumento musical, como el piano o la guitarra, para explorar diferentes ideas. También puedes plasmar las notas en un software de partitura musical, como Finale o Sibelius, o bien escribir directamente las notas en tu estación de trabajo de audio digital (DAW), como Pro Tools, Cubase o Logic Pro, entre otros.
Antes de empezar a experimentar con notas musicales, es importante escoger una tonalidad o escala musical sobre la cual vamos a trabajar dependiendo del tipo de atmosfera o emocion que queremos transmitir con nuestra musica, generalmente escogeremos una tonalidad mayor si queremos transmitir una sensación de esperanza, triunfo y celebración, en cambio escogeremos una tonalidad menor si queremos transmitir una sensación de drama, misterio o melancolía. Cabe destacar que estas asociaciones emocionales son generales y subjetivas, y pueden variar según la instrumentación y la interpretación musical. Además, la combinación de elementos como el ritmo y la armonía también puede influir en el impacto emocional que produce una tonalidad específica.
Después de la tonalidad es importante escoger un tiempo musical que pueda evocar la sensación o emoción que queremos transmitir con nuestra melodía. Aunque no hay una correlación directa entre un tiempo específico y una emoción determinada, generalmente podemos guiarnos por estas indicaciones:
el 2/4 (dos cuartos) puede evocar emociones como dinamismo, marcha, sensación de movimiento constante, energía rítmica, etc.. | |
el 4/4 (cuatro cuartos) puede evocar emociones como confianza, fuerza, estabilidad, firmeza y energía. | |
el 3/4 ( tres cuartos) puede evocar emociones como gracia, elegancia, ternura, romanticismo, nostalgia. | |
el 6/8 (seis octavos) puede evocar emociones de alegría, positividad, celebración, de pasión y evocar sentimientos intensos y profundos. | |
el 9/8 (compás de nueve octavos) proporciona un ritmo más complejo y menos común y puede evocar emociones como exotismo, misterio y cierta tensión. | |
el 12/8 (compás de doce octavos) transmite una sensación de swing y groove y puede evocar emociones como alegría, sensualidad y un ritmo contagioso. |
En este curso tendremos la oportunidad de componer juntos cuatro melodías distintas, cada una en una tonalidad y compás específicos.
La primera melodía será en tonalidad menor y en compás de 4/4. Este compás nos brinda una estructura rítmica sólida y familiar, mientras que la tonalidad menor nos permitirá explorar emociones más melancólicas y expresivas. Escucha un ejemplo de este tipo de melodía.
Ejemplo de melodía en tonalidad menor y en compás de 4/4 (compuesta por Claudio Gibellato)
La segunda melodía será en tonalidad menor, pero esta vez en un compás de 6/8. Este compás de subdivisión ternaria nos proporcionará un ritmo distintivo y un carácter enérgico. Será interesante ver cómo podemos aprovechar esta combinación para crear una melodía atractiva y rítmicamente interesante. Escucha un ejemplo de este tipo de melodía.
Ejemplo de melodía en tonalidad menor y en compás de 6/8 (compuesta por Claudio Gibellato)
Para nuestra tercera melodía, nos adentraremos en la tonalidad mayor y el compás de 3/4. Este compás ternario nos brinda un ambiente más suave y fluido. Podremos experimentar con melodías más delicadas y una sensación de movimiento grácil. Escucha un ejemplo de este tipo de melodía.
Ejemplo de melodía en tonalidad menor y en compás de 6/8 (compuesta por Claudio Gibellato)
Por último, exploraremos la tonalidad mayor en un compás de 12/8. Este compás nos ofrecerá un ritmo complejo y rico, con una subdivisión ternaria que nos permitirá crear melodías dinámicas y con un cierto carácter festivo. Escucha un ejemplo de este tipo de melodía.
Ejemplo de melodía en tonalidad menor y en compás de 6/8 (compuesta por Claudio Gibellato)
Quiero animarte a que sigas adelante con la próxima lección, en la cual nos centraremos en desarrollar el primer motivo para cada una de estas melodías. Este proceso nos llevará en un emocionante viaje de descubrimiento musical, donde exploraremos cómo partir de un motivo musical y llegar a la melodía final.
Es fascinante observar cómo un pequeño motivo puede crecer y evolucionar hasta convertirse en una melodía completa.